AL NORTE

 

Recorrido del  día 9 y 10:  San Gimignano-Volterra-Pistoia-Lucca

22 de septiembre, viernes.

Itinerario: San Gimignano-Volterra-Pistoia-Lucca

Pernocta: Agroturismo Al podere di rosa  (43.8657, 10.4838)

Desayunamos y pagamos el aparcamiento y el autobús. Todo junto en el mismo billete y  nos acercamos a cargar y descargar agua. Pero hay un alemán “listo” que en vez de pagar primero y salir después, sale antes, se para en la barrera haciéndome esperar detrás  y se va tranquilamente a pagar. Luego va delante a cargar y descargar agua lo que nos obliga a seguir esperando detrás. En fin. Hay gente para todo aunque no me deja de sorprender estos comportamientos tan poco “respetuosos” en gente procedente de países tan estrictos. Y es que es verdad que cuando les quitas el palo de encima, se “expanden” y disfrutan. Deben de aplicar el dicho español de “cuando se va el gato, los ratones hacen fiesta”, y en su país hay demasiados “gatos”.

Después de esta operación pusimos rumbo a Volterra.

El paisaje va cambiando. Creo que el más hermoso de la Toscana lo hemos disfrutado  aquí, ya que el color verde predominaba sobre los demás. El verde de los campos de vides perfectamente alineamos tapizando lomas y laderas, el verde de los campos de olivos…todo esto se mezcla con zonas arboladas de encina y enormes robles. El resultado es un paisaje de suaves somas tapizadas de distintos verdes y distintos tipos de vegetación. Es un paisaje variado a la vez que uniforme y  ordenado y vemos muy pocas tierras sin cultivar.

Pero según abandonamos San Gimignano, el paisaje se vuelve algo más árido y comenzamos a ver tierras cultivadas de cereal o en barbecho por lo que parece más “endurecido”, habiendo perdido parte de su armonía y encanto.

En poco más de media hora llegamos a Volterra a su área de autocaravanas. Hemos decidido no complicarnos la vida buscando un aparcamiento donde caber bien y sentirnos seguros a la vez. El área de Volterra está fácil, a la entrada de la ciudad, pero en la parte baja. Cuesta 15 euros estés 24 horas o dos y esto es lo peor y nos  molesta. Por 1 euro más puedes conectarte a la luz. Hay pocas autocaravanas.

Aparcamos y esta vez acompañados por nuestra amiga peluda nos acercamos a esta ciudad.


Y lo primero que nos encontramos junto a una hermosa fuente son unas interminables escaleras y esta vez no son mecánicas así que Angel tiene que coger en brazos a nuestra viejita subiendo las escaleras con ella.

Topamos con una ciudad medieval de piedra, como todas las que hemos visitado. Edificios que enmarcan estas calles y callejuelas y muchos comercios. Hay poca gente a estas horas. 

Y desembocamos en la piazza dei Priori. Muchos la consideran una de las plazas medievales más bonitas de Italia, como todas las que hemos visto hasta ahora. Sinceramente, supongo que cuando pase el tiempo seré incapaz de distinguir los edificios de una plaza de los de otra, pero todas son distintas, aunque sean tan parecidas a nuestros ojos, todas tienen su belleza, su singularidad. Y cada una es única. Pero ahora lo que me preocupa es disfrutar de la belleza de este lugar, desterrando reflexiones de si seré o no capaz de diferenciarla de otra en unos años. ¡pues claro que no!, pero ahora, voy saltando de belleza en belleza. Y eso es lo que quiero: disfrutar.

El Palazzo dei Priori, que preside la plaza, es el ayuntamiento más antiguo de la Toscana y data del siglo XIII y en la actualidad sigue siendo el ayuntamiento de la ciudad.

Caminamos hasta la plaza del Duomo y el Baptisterio. Para visitar ambos hemos de adquirir una entrada y esta vez sí tenemos reducción para jubilados. Por lo menos pagamos el abuso del aparcamiento.

Visitamos en primer lugar un museo pequeño que tiene tallas de alabastro y luego el Duomo de un hermoso interior con un púlpito destacable.  

Pero como siempre, son las vivencias lo que luego quedan fijadas con más claridad en el recuerdo y en este caso es el poder visitar el Duomo en la compañía de nuestra amiga peluda. En los años que llevamos viajando y en todos los sitios que hemos visitado, es la primera vez que permiten la entrada de un perro en un edificio religioso como la catedral. Solo una vez y no recuerdo donde, vimos un perro en el interior de una iglesia, pero creemos que se coló allí. Sorprendente y encantador. Ojalá se normalizara esto.

Terminamos en el baptisterio.  Del siglo XIII, en su interior hay una enorme pila bautismal por inmersión,  renacentista de alabastro y  mármol policromado.  Se cree que su cúpula fue proyectada por Brunelleschi,  el mismo  de la cúpula de la catedral de Florencia.

Una vez fuera continuamos sumergidos por la calles del casco histórico medieval que nos fue revelando rincones de gran belleza que fascinaron a otros antes que a nosotros, como escritores, poetas, pintores y directores de cine.

Deshacemos el camino regresando y ya vamos viendo más gente que anima y colorea las calles de piedra.


Ahora ponemos rumbo a Pistoia. Tenemos hora y media por delante y vamos contemplando todo tipo de “maniobras” de los italianos. El código de circulación para ellos es meramente orientativo o digamos que ellos lo interpretan a su manera haciendo lo que quieren y cuando quieren:   adelantar con raya continua, ir por medio de la carretera, superar los límites de velocidad…y esto es muy frecuente. Ya casi no nos sorprende.

Cerca de Pistoia rompe a diluviar pero la lluvia se detiene en poco tiempo.

Nos dirigimos al área de autocaravanas. Muy cómoda, junto a una vía principal y había una media docena casi todas italianas, auténticos cascajos, lo que no nos da mucha confianza, pero vemos también una francesa y en la autocaravana de al lado, italiana, vemos gente. No la recomendaría para pernoctar. Así que dejamos a tulita y caminamos el poco más de un kilómetro que nos separa del duomo.

No llueve y tardamos unos 10 ó 15 minutos en llegar por un camino aburrido y poco atractivo. Apenas hay turismo, solo vemos gente suelta y tampoco comercios que se dediquen a vender souvenir para guiris.

En nuestro camino topamos con la llamada Hospedería del Ceppo. Del siglo XIII, tuvo un papel fundamental con la llegada a Europa de la Peste Negra que diezmó enormemente la población. En su fachada porticada hay un friso horizontal de terracota pintada que representa  siete escenas de la Misericordia, asistencia hospitalaria que proporcionaba el centro en la Edad Media y Moderna.

La Plaza del Duomo es el centro histórico y está cerrado al tráfico. 

Aquí parecen converger los edificios religiosos y políticos más importantes de la ciudad en la época medieval. Encontramos la catedral, construida en piedra blanca y negra y que está cerrada y no abriría hasta dentro de una hora, así que me temo que nos quedaremos sin visitarla.  Al lado izquierdo de la Catedral está el Campanile, un campanario visitable de 67 metros reconstruido cada vez que los terremotos castigaban la ciudad al final de la Edad Media.

Junto a ella, el Baptisterio con su planta típica octogonal convertido en un espacio cultural de la ciudad. Su origen es del XIII pero prevaleció su fisonomía gótica donde el mármol blanco y verde alternándose sigue la tradición pisana. Lo podemos visitar de forma gratuita. En el centro se encuentra la fuente bautismal.

Por detrás encontramos una plaza donde parece que se acaba de celebrar un mercado. Está rodeado de enotecas y restaurantes.

Esta ciudad tiene otras iglesias que al parecer tienen su interés, pero ni el tiempo invitaba, amenazando lluvia, ni la ciudad nos resultó atractiva  quizás por venir de donde veníamos y por haber paseado por otros lugares mucho más atractivos y con personalidad, por lo que  decidimos regresar a comer. Paramos en un supermercado donde nos abastecimos de alguna que otra cosa.

Comimos y mientras lo hacíamos volvió a caer  una buena cortina de agua. Recogimos y pusimos ya rumbo a donde estamos ahora, a un agroturismo (lo que sería turismo rural en España).

Ayer les envié un email y menos mal que lo hice porque otro al que contacté enviando un whatssap respondió que estaba completo. Este que solo tiene capacidad para cuatro autocaravanas, tenía espacio.

El agroturismo “Al podere di rosa”  (a la granja rosa, 43.8657, 10.4838) se encuentra a 4 km escasos de Lucca hacia el Norte y el acceso por el que nos llevó el navegador del google nos resultó complicado para nuestros 6 metros aunque Paolo, su dueño,  nos dijo que había otro más fácil para autocaravanas, como así pudimos comprobar al día siguiente.

Es una casa rodeada de olivos y viñas. Gratuito y solo se paga 5 euros por la luz si se desea. Dispone de baño. También tiene habitaciones para hospedarse y un desayuno opcional que rechazamos. 

El sitio es encantador. Estamos en la parte trasera. Delante tenemos su huerta donde cultiva tomates, berenjenas, pepinos, ajos…Le hemos comprado unos tomatitos riquísimos a 5 euros el kg y una botella de vino a un precio asequible.

Nos encanta el sitio, hasta ahora, el mejor, así que como no queremos llegar a Cinque Terre hasta el lunes para evitar masificaciones -aunque nos pasara lo de Saturnia que independientemente del día, estaba lleno- hemos decidido que cuando mañana terminemos de visitar Lucca, que será pronto, nos vendremos aquí a descansar.

El domingo partiríamos hacia la Specia. He enviado un email y whatssap a la única área decente que hay por la zona, en  Monterosso al Mare. Tiene pocas plazas así que a ver si me contestan porque lo demás es, o camping en Levanto, que valen 40 euros o áreas en La Spezia, una dicen que está algo desatendida en todos los aspectos pero que para dormir vale, y otra que dicen es  muy ruidosa. Hay poco para elegir. Esta área de Monteroso, se encuentra fuera de la población en medio de la ladera pero el dueño tiene unas horas a las que lleva a quienes quieran a la localidad para desde allí tomar el tren que para en todas las localidades de Cinque Terre. Pero hace una hora  que envié el whastssap y también un email y aun no han respondido.

Por la tarde ha estado lloviendo intermitentemente y ha habido un hermosa puesta de sol. Puesta de sol casi otoñal, las más hermosas, al menos en España y aquí parecen igualmente bellas. Los colores dorados han sido sustituidos por los rosados y luego anaranjados en un cielo con nubes que también han sido coloreadas. Otro sencillo lujo.

23 de septiembre, Sábado.

Itinerario: Lucca

Pernocta: Agroturismo Al podere di rosa  (43.8657, 10.4838)

Seguimos en el agroturismo de Lucca. Es un sitio tranquilo y encantador y la noche ha sido estupenda.

La mañana era luminosa y brillante. Como todos los días, he ido a tostar pan y no había luz. Angel ha visto que había saltado el interruptor en el poste exterior y lo ha colocado. Pero seguimos sin luz. Hemos comprobado todo y no entra luz en la autocaravana. He ido a informar a Paolo quien me dice  que en la casa estaba todo bien y que vendría a ver, pero le he visto muy ocupado con los clientes de la casa. De cualquier forma, como nos vamos a visitar Lucca no la necesitamos y ya lo resolveremos cuando regresemos.

Y pese a que he intentado llegar a Lucca de la que solo nos separan 4 km sin utilizar la autocaravana, llamando por ejemplo a un taxi  o empresa tipo Uber o Cabify, no lo he conseguido. Según la dueña, el taxi ida y vuelta puede costar 26 euros y aunque he intentado que me lo confirmara, no lo he conseguido.  26 euros me parece mucho. He enviado un whatssap a una empresa de taxi, y  pese a que lo han visto, no han respondido y cabify o Uber no operan, así que no ha quedado otro remedio que ir con la autocaravana

Paolo nos ha recomendado un aparcamiento pero cuando lo miramos en park4night vemos que vale 20 euros, 1 hora o 24,  así que decidimos irnos a un área también de pago,  pero por horas y que está un poco más distante del centro y allí ponemos rumbo.

En 10 minutos escasos estamos en ese aparcamiento, cuadrado, grande, cómodo y con pocas autocaravanas y rodeado de árboles  que proporcionan buena sombra y buscamos el amparo de una de ellas para nuestra amiga. Veo una autocaravana española y les pregunto por la seguridad del sitio confirmándome que ellos han estado dos noches sin problema alguno. Y también aprovecho y me dan información sobre Cinque Terre.

Nos dicen que llegan cruceros y que lo hacen los martes y miércoles por lo que hay que intentar huir de ellos. Si habíamos pensado retrasar nuestra llegada al lunes, vamos a adelantarla a mañana domingo. Únicamente me puede preocupar que si llegamos demasiado pronto no tengamos sitio en algún área. Y es que la de Montorosso al Mare me ha contestado diciendo que para las dos noches que quiero lo tienen completo.

Visto lo que está pasando últimamente solo tenemos la alternativa de una de las dos áreas de La Spezia (la descuidada y algo sucia o la ruidosa) esperando tener hueco, o al otro lado de Cinque Terre, Levanto, alguno de los camping por el módico precio de 40 eurazos la noche.

Iniciamos nuestro paseo hacia Lucca, ciudad de nacimiento de Puccini. Unos 20 minutos caminando, aproximadamente 1,5 km, pero muy cómodos  y agradables.

Atravesamos la muralla y caminamos hasta un  gran espacio que suman tres plazas y que forman el centro religioso de la ciudad con el Duomo, el Baptisterio y la Iglesia de Santa Reparata, quizás, lo mejor y más imponente de la ciudad.

Románica, del siglo XI, con una fachada de mármol bicromado en blanco y negro y una entrada porticada y tres niveles decorados con arcos con columnas y filigranas a semejanza de la de Pisa, resulta de una  gran  belleza y armonía. A la derecha se encuentra el campanario.

En su interior llama la atención su altura, su grandiosidad, sus bóvedas pintadas y una arquería en la parte superior con fustes muy finos conservando la misma elegancia y armonía que en el exterior.

Después de la catedral y guiados por el GPS  del teléfono vamos desgranando los distintos rincones de esta bella ciudad. Nos dejamos llevar a la torre de  Gunigi junto al  Palacio  del mismo nombre,  en torno a la cual los ricos mercaderes de Lucca se hicieron construir suntuosos palacios. Esta torre  construida en ladrillo rojo  se eleva en una estrecha calle hasta los  44 metros y está coronada por un curioso “sombrero” de pequeños árboles. Se puede subir y había cola para hacerlo, pero como dice Angel, quién nos ha visto y quién nos ve, porque antes no dejábamos (sobre todo él) de subir a todas las torres que veíamos. Ahora, ya no nos apetece. Hacerlo es caro, no solo en dinero si no en esfuerzo, así que ponemos rumbo ahora a la plaza del anfiteatro o del mercado.

Esta plaza esconde bajo la piel de fachadas, el esqueleto de lo que en su día fue el antiguo anfiteatro romano (177 a.C.), hoy sólo visible por su forma y algún pequeño detalle que sobresale.

Su forma es elíptica y es distinta a todas las que  hemos visto hasta ahora en la Toscana, pero lo más singular de ella, lo que la hace distinta, es que está rodeada de sencillas viviendas. No hay palacios, ni suntuosos edificios religiosos, solo humildes viviendas policromadas. Pero son todas armoniosas formando un conjunto contiguo, donde ninguna destaca sobre la otra. Sencillamente parecen todas iguales. Se puede hacer un viaje en el tiempo y trasladarnos 2000 años atrás cuando gladiadores se batían en duelo hasta la muerte en este lugar.

En el centro  las terrazas de restaurantes, bares, cafeterías han ocupado parte de ella llenándola de vida. Y a estas horas aún no sufrimos la cantidad de gente que comenzamos a ver unos  cuarenta minutos después.

Nos dirigimos a la torre de las horas, del siglo XIII, alta y esbelta que se yergue en una estrecha calle. Es la  más alta de la ciudad y se puede también subir a ver Lucca desde lo alto y en su interior contemplar el mecanismo del reloj que da nombre a la torre. Caminamos ahora por callejuelas llenas de negocios de distinto tipo y ya la gente empieza a ser mucha, sin llegar a ser molesta.

Desembocamos en la iglesia de San Miguel  en foro, de  estilo románico gótico, del siglo VII  y construida sobre las ruinas de un antiguo Foro romano. Su fachada está decorada con intrincados detalles de animales y plantas.  Aunque no es un edificio tan magnífico como el Duomo, es una de las iglesias más hermosas y fascinantes de la Toscana.

En el exterior un grupo de música toca ·Tu Vuò Fa' L'Americano” y lo hacen francamente bien. Un espectador se arranca a bailar con buen ritmo con lo que el espectáculo se completa. Sobre esta canción leo después que es del año …¡1956!, 68 años nada más y nada menos y sigue teniendo un ritmo pegadizo y casi actual. ¿o es que me hago mayor?

El interior de la iglesia no tiene nada destacable así que siendo ya las 12,40 y habiendo hecho un recorrido circular por la ciudad, decidimos  que era el momento de ir  regresando no sin antes pararnos a comprar algo de comida cocinada ya: un poco de pasta, ensaladas y unos dulces que cuando los probamos tenían mucho parecido  a nuestros mazapanes.

En el área de nuevo, y antes de regresar al agroturismo, aprovechamos a cargar y descargar agua  y fuimos a pagar. 12 euros por unas 4 horas pero de pronto me doy cuenta de que la barrera estaba abierta pero…tarde ya. Angel había pagado. Bueno. Al fin y al cabo era lo justo.

Regresamos al agroturismo y recuperamos nuestro sitio. Hay una camper y una autocaravana ya, distintas a las de ayer. Intentamos la luz pero sigue sin entrar en la autocaravana. Vemos que hay una camper enchufada. Cambiamos de cables, de enchufes pero no conseguimos nada. Se lo decimos a Paolo y el hombre dice que en la casa no hay problema y que el de camper tampoco ha dicho nada. Trae otro cable, pero no se soluciona. Lo enchufa en otro sitio distinto y tampoco nada. Con la batidora comprobamos que fuera de la autocaravana había luz por lo que el problema no estaba en el poste, ni el cable. Era nuestro. Y se me cae el alma a los pies. En realidad nos quedan 6 días de viaje, así que podremos sobrevivir sin luz pero es un problema a resolver.

Llamamos a nuestro amigo Jesús que no responde,  así que cuando Angel me dice que no sabe dónde mirar y habla de un fusible, me pongo a revisar el libro de instrucciones de la autocaravana. Y en un apartado habla de un interruptor relacionado con la luz  que según el modelo de autocaravana, está localizado en distintos sitios. En la nuestra esta debajo del asiento del comedor. Cuando se lo digo a Angel se le ilumina la cara, y… efectivamente, había saltado, igual que ocurre en una casa. Al activarlo, tenemos luz de nuevo. Y a los pocos minutos nuestro amigo Jesús nos devuelve la llamada. Solucionado. Menos mal.

Así que tarde y a la sombra que nos da la autocaravana, comemos y descansamos. Y ya dedicamos la tarde a dar un breve paseo por los alrededores con nuestra amiga peluda que hoy no se ha movido apenas ya que no la hemos llevado a la ciudad y menos mal. Han sido 8 km, con gente y casi 4 horas caminando. Está ya mayor. Esta mejor descansando aquí dentro.

Y ya la tarde no ha dado de sí más porque a las 19,30  es noche y apenas he podido leer media hora y preparar el gazpacho para comer mañana.

Mañana partiremos pronto y no sé qué será mejor, si llegar antes de las 12 horas, o esperar por si algún italiano decide regresar a su casa después de comer y dejan el sitio. Decidiremos sobre la marcha.

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