Recorrido del día 7 y 8 :
Montepulciano-Cortona-Arezzo-Siena-Monteriggioni- San Gimignano.
Itinerario: Montepulziano-Cortona-Arezzo
Pernocta: Aparcamiento de autocaravanas de
Arezzo: 43.4725, 11.8831
Después de esta noche
estupenda, nos acercamos al supermercado a comprar algo. Era cómodo y a las 8
estaba abierto. Echo mucho de menos estos horarios en España que como pronto,
abren a las 9. A las 9,30 estábamos ya dejando el aparcamiento para dirigirnos
a Cortona.
Y otra vez en estas
carreteras que convierten la autocaravana casi en una coctelera y las
“colecciones de señales” avisando de todo a la vez: curva peligrosa, blandones,
escalón lateral, limitación velocidad, animales sueltos…En fin, con cuidado a
las 11,30 estábamos ya en Cortona.
Cortona es la
población más antigua de la Toscana.
Aquí se rodó una de las películas sobre la Toscana con mayor proyección
y éxito: Bajo el Sol de Toscana dando a conocer esta ciudad y contribuyendo a
idealizar aún más esta región.
Desde Cortona ya nos
dirigimos hasta Arezzo a donde estamos
ahora. Primero al área ya que era urgente vaciar negras.
El área, de pago, estaba semivacía y era alrededor, fuera de ella, donde se acumulaban las autocaravanas.
No parecía un lugar muy agradable así que después de llenar y vaciar, fuimos a
un aparcamiento de autocaravanas cercano (43.4725, 11.8831). Resultó ser más
acogedor y aunque era de pago, aún no estaban funcionando las máquinas. Después observaríamos
autocaravanas italianas muy viejas y comprobamos que había gente que vivía en
ellas.
Comidos pronto, a eso
de las 14 horas, descansamos solo un poco y a las 15 salimos para visitar esta
ciudad que estaba muy cerca.
Tras atravesar la puerta
de la muralla, nos dirigimos a la Casa Vasari, pero dentro había un grupo de 23
personas y nos dijeron que teníamos que esperan unos 45 o 50 minutos por lo que
nos fuimos.
Data del siglo XIII aunque los trabajos finalizaron en el XVI. En su interior se conservan obras de incalculable valor, como el fresco de María Magdalena de Piero della Francesca pintado hacia el siglo XV, el monumental altar mayor y unas hermosas vidrieras medievales. De todo ello disfrutamos acompañados por la música de un órgano que hizo que la visita fuera deliciosa. Siempre me maravillo de la impresionante acústica que tienen las iglesias y catedrales.
Caminamos hasta la Plaza
Grande, en el corazón de esta ciudad, una de las más bonitas de Italia y
del mundo. Está dominada por el Palacio de las Logias, obra de Vasari. Es
curiosa su forma irregular e inclinada, lo cual la hace realmente única y está
rodeada de hermosos edificios y palacios. Toda una belleza.
Ahora nos dirigimos
hacia el anfiteatro, al otro lado de la ciudad. Y no solo nos costó
llegar ya que estaba lejos, sino que después de pagar 7 euros por cabeza,
comprobamos que del anfiteatro no quedaba casi nada. Eso sí, tiene un espléndido museo, y lamenté que
no me gustaran. Siempre me han aturdido, empachado, y ahora con los años en que
me he hecho más selectiva porque no puedo asimilar tanta información, me gustan
menos. Como estábamos, hicimos una rápida visita.
Y esta vez sí pudimos
entrar. Fue la vivienda de este pintor, arquitecto y escultor, nacido en Arezzo
en el siglo XVI quien compró el edificio y personalmente supervisó su
renovación y decoración.
Todas las estancias de
la vivienda tienen frescos en techos obras de Vasari y sus alumnos. De sus
paredes cuelgan cuadros. Constituye un ejemplo raro de casa de artista del
renacimiento tardío. Para terminar la
visita salimos a su jardín. Me resultó más que peculiar, ya que en realidad era
una gigantesca terraza, con fuente, árboles, setos de boj que se elevaba 4 ó 5
metros sobre la propia calle.
21 de septiembre, jueves.
Itinerario: Arezzo-Siena-Monteriggioni- San Gimignano
Pernocta: Aparcamiento de autocaravanas de San Gimignano. 43.4518, 11.0560
Llevamos casi 24 horas
que no han sido muy buenas. Pero empecemos por la noche.
Al ir a bajar la cama,
no baja. Mi peor pesadilla. Angel le dio al botón de reseteo y problema solucionado.
Pero qué susto.
Por la mañana subió
sin problemas, pero cuando intenté bajarla tampoco funcionó hasta que hicimos
un nuevo reseteo. No comprendemos que puede pasar. Sube sin problemas pero no
baja. La pieza metálica del tope inferior se ha ido desplazando hacia abajo así
que por la tarde la hemos subido a ver si el problema podía venir de que la
cama cuando la decimos que baje no lo hace porque cree que esta abajo. No
comprendemos el motivo, pero si sube pero no baja, solo con el reseteo, algo de
eso debe haber. A ver esta noche que pasa. No queremos andar tocando botones.
Por la noche ha estado
lloviendo pero por la mañana, alrededor de las 8 u 8.30 ha dejado de llover y
el cielo se ha abierto. La familia de enfrente, que esté en caravana, debe vivir
allí, con al menos una niña y un bebé. Tenía ropa tendida que ayer lavó en un
barreño. Y se me encoge el alma. Qué
injusto es el mundo para muchos, para los que no han tenido la suerte de nacer
en un determinado sitio. Nosotros utilizamos nuestros vehículos para el ocio, y
ellos como vivienda porque no tendrán otra cosa mejor. Me pregunto qué harán
cuando el parquímetro esté operativo y tengan que pagarlo. Quiero pensar que se les ofrecerá una
solución.
Desayunamos y decidimos
regresar al área que está a tan solo 900 metros para recargar el agua gastada y
descargar.
Hecho esto, ponemos
rumbo a Siena a donde llegamos una
hora y media después. Serían las 10.30, pero, después de una hora yendo de
aparcamiento en aparcamiento, metiéndonos por sitios de terror que piensas que
en cualquier momento te puedes quedar atrapado por no caber, hemos llegado al
área, que únicamente tiene capacidad para 10 autocaravanas y estaba más que
completa, aparte de ser un sitio espantoso, rodeado de carreteras con mucho
tráfico, pero para visitar la ciudad hubiera bastado.
Tan solo nos quedaba regresar a un aparcamiento en el que ya
estuvimos y que no nos pareció seguro, solos y muy alejado del centro, así que
muy muy frustrados, decidimos abandonar Siena. Estuvimos cuando teníamos 27 o
28 años y tenemos vagos recuerdos de ella, de la plaza y algo más, pero muy
tenues y ya no creo que volvamos por aquí para visitar solo una o dos ciudades.
Ya habíamos dejado atrás Florencia. Nos da terror esta gran ciudad de mayor
tamaño que ésta. Y a nuestras deserciones, sumamos Siena. Y en estos momentos
leemos sobre Pisa y no nos gusta. Muchas menciones de robos. En fin muy
frustrante, pero ya iremos decidiendo.
Así que hemos dejado
Siena para visitar Monteriggioni. Fácil
aparcamiento y ciudad, bueno más bien pueblecito pequeño.
Se encuentra en lo alto de una colina y está amurallado. Cuenta tan solo con 50 casas de piedra y una plaza mayor pero en poco espacio concentra mucha belleza. Resulta muy armonioso y sencillo.
De aquí nos hemos
dirigido a donde estamos ahora, a San
Gimignano a un aparcamiento muy bien calificado (43.4518, 11.0560 ) a unos
2 km de la ciudad pero se puede ir andando o en una lanzadera que sale cada
media hora.
Pero nos hemos
decepcionado bastante. No es un aparcamiento, es más bien lo que yo llamo un “archivo
de autocaravanas” que es cuando está ocupada con más de las que realmente caben,
una pegada a la otra y sin ningún servicio. Tiene dos zonas. En la más alejada
de la carretera, sí es posible que tenga capacidad para dos filas de autocaravanass
enfrentadas, pero la superior….muy difícil y ajustado y más si se mide 7
metros. Y estaba casi completa. Tan solo quedaban cuatro espacios, y es la única posibilidad en la zona, así es
que nos hemos tenido que quedar. Es un
simple aparcamiento sin ningún servicio y lo que es más importante, sin sombra.
Menos mal que la temperatura no es alta.
Nos hemos instalado en
uno de los tres huecos que quedaban en la parte superior más cerca de la
carretera. Hemos comido y a las 15,30 hemos decidido irnos a la ciudad pero al
salir hemos visto vacío un espacio estupendo, en la parte inferior, quizás el
segundo mejor, más tranquilo, no tan agobiante como donde estábamos y donde salir mañana sería más facil, así que
nos hemos cambiado.
Entre cambio,
preparación y que la peluda se desahogara
nos han dado las 16,30. La lanzadera pasa a los puntos y medias y con el
mismo ticket del aparcamiento se paga el bus. En la marquesina hay varias
maquinitas en función del número de pasajeros, 1, 2, 3…y el precio, y hay que
meter el ticket del aparcamiento en el número de pasajeros que se vaya a ir (en
nuestro caso dos). Es la línea 1. Y mientras salíamos hemos visto como una
autocaravana maniobrando para salir, ha golpeado levemente a otra con la
bicicleta trasera. Afortunadamente no la ha hecho nada, pero si no se tiene
cuidado es fácil rozarte.
Mientras nos acerca el
autobús podemos admirar esta ciudad en lo alto de la colina de la que
sobresalen las enormes torres que la han hecho famosa. “La ciudad de las 100
torres”, de las que actualmente quedan 14.
En tan solo cinco minutos el autobús nos deja en la puerta de San Mateo, entrada en esta ciudad y ya nada más traspasarla comenzamos a saborear la grandiosidad de ella que si no fuera por la cantidad de gente que recorre su arteria principal, podríamos decir que el tiempo se ha detenido aquí.
Aunque su origen es
etrusco, como muchos de la toscana, se comenzó a desarrollar en el siglo X
siendo su edad dorada en la Edad Media gracias al comercio del azafrán además
de ser una parada en la Via Francigena.
Una hilera de doradas casas de piedras se alinean en lo que parece la calle principal. La armonía es completa, nada desentona. Pero lo que destacan son sus enormes torres que se yerguen hacia el cielo como queriendo tocarle.
Al parecer era signo
de poder, a mayor altura, más poder aunque ninguna podía ser más alta que la
Torre Rognosa, la del ayuntamiento. Hay varias y son impactantes.
Por esta calle desembocamos en la plaza de la cisterna, por su bonito pozo. Es amplia y elegante y está completamente rodeada de torres medievales y numerosos palacios lo que le aporta una imagen de gran belleza. Es casi tan hermosa como la cercana Plaza de la Catedral. Y es en esta plaza donde vemos la famosa heladería Dóndol la mejor del mundo. La identificamos por la cola que hace la gente para saborear uno de ellos.
Continuamos a la cercana plaza del Duomo, también preciosa y no puedo decir cual de las dos lo es más, cual más elegante, cual más hermosa.
Aquí encontramos varios palacios y la gran
Torre del reloj con su más de 51 metros, altura que no podía superarse aunque
la Torre del palacio del pueblo, sí que lo hizo. Y al parecer la catedral es un
tesoro pero a estas horas está ya cerrada.
Pero hay algo que
desluce su belleza y son las riadas de turistas por todos los sitios,
caminando, haciendo fotos, selfies, tomando algo en los distintos bares,
comiendo….hay chinos y se oye de nuevo acento de países del este. Si me llegan
a decir que la Toscana a 20 de septiembre iba a estar así no me lo hubiera
creído. De hecho he tenido que preguntar a Angel si hoy era jueves. Me temo el
fin de semana. De hecho, he intentado
reservar en dos agroturismos (equivalente a turismo rural en España) y una ya
me ha dicho que estaba completa y de otra espero respuesta.
Y regresamos. Y ahora, a 5 minutos de las 21 horas tengo que
dejarlo hasta mañana.
Retomo el relato a las
19 horas del viernes desde un agroturismo en Lucca. Un sitio encantador. Hasta
ahora, el mejor del viaje. Pero para no perderme regreso al jueves aunque sólo tendría
que añadir que al lado teníamos un campo de futbol y estuvieron entrenando
hasta las 20,30, igual que los españoles, a gritos. Pero después reino la paz y
pasamos una noche muy tranquila.
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