LA PIEDRA Y EL CIELO

Recorrido  del día   7 y 8 :
Montepulciano-Cortona-Arezzo-Siena-Monteriggioni- San Gimignano.


 20 de septiembre, miercoles.

Itinerario: Montepulziano-Cortona-Arezzo

Pernocta: Aparcamiento de autocaravanas de Arezzo: 43.4725, 11.8831

Después de esta noche estupenda, nos acercamos al supermercado a comprar algo. Era cómodo y a las 8 estaba abierto. Echo mucho de menos estos horarios en España que como pronto, abren a las 9. A las 9,30 estábamos ya dejando el aparcamiento para dirigirnos a Cortona.

Y otra vez en estas carreteras que convierten la autocaravana casi en una coctelera y las “colecciones de señales” avisando de todo a la vez: curva peligrosa, blandones, escalón lateral, limitación velocidad, animales sueltos…En fin, con cuidado a las 11,30 estábamos ya en Cortona.

Dejamos la autocarava en un aparcamiento fácil y con unas estupendas vistas y ascendimos al casco histórico. Y esta vez había escaleras mecánicas y además, sorprendentemente, funcionaban así que con menos esfuerzo conseguimos alcanzar la vía principal y dirigirnos por ella a la plaza, de nuevo rodeada de edificios nobles y elegantes.

Cortona es la población más antigua de la Toscana.  Aquí se rodó una de las películas sobre la Toscana con mayor proyección y éxito: Bajo el Sol de Toscana dando a conocer esta ciudad y contribuyendo a idealizar aún más esta región.

Cortona es una ciudad pequeña que no necesita de ningún plano para pasear por ella. Palacios e iglesias jalonan sus calles renacentistas, aunque como casi siempre, los edificios nobles se agrupan en las plazas. Caminamos perdidos por sus callejuelas hasta la catedral.

Desde Cortona ya nos dirigimos hasta Arezzo a donde estamos ahora. Primero al área ya que era urgente vaciar negras.

El área, de pago, estaba semivacía y era alrededor, fuera de ella, donde se acumulaban las autocaravanas. 

No parecía un lugar muy agradable así que después de llenar y vaciar, fuimos a un aparcamiento de autocaravanas cercano (43.4725, 11.8831). Resultó ser más acogedor y aunque era de pago, aún no estaban funcionando  las máquinas. Después observaríamos autocaravanas italianas muy viejas y comprobamos que había gente que vivía en ellas.

Comidos pronto, a eso de las 14 horas, descansamos solo un poco y a las 15 salimos para visitar esta ciudad que estaba muy cerca.

Tras atravesar la puerta de la muralla, nos dirigimos a la Casa Vasari, pero dentro había un grupo de 23 personas y nos dijeron que teníamos que esperan unos 45 o 50 minutos por lo que nos fuimos. 

Paseando por tranquilas calles no con tanto encanto como en localidades más pequeñas, fuimos acercándonos a los distintos puntos de interés, la Basílica de San Francisco con frescos de Piero della Francesca, pero la encontramos cerrada. Al parecer cierra los miércoles (qué puntería), así que continuamos nuestro camino hacia la catedral que parece dominar la ciudad desde su colina más alta y rodeada de nobles edificios

Data del siglo XIII aunque los trabajos finalizaron en el XVI. En su interior se conservan obras de incalculable valor, como el fresco de María Magdalena de Piero della Francesca pintado hacia el siglo XV, el monumental altar mayor y unas hermosas vidrieras medievales. De todo ello disfrutamos acompañados por la música de un órgano que hizo que la visita fuera deliciosa. Siempre me maravillo de la impresionante acústica que tienen las iglesias y catedrales.

Caminamos hasta la Plaza Grande, en el corazón de esta ciudad, una de las más bonitas de Italia y del mundo. Está dominada por el Palacio de las Logias, obra de Vasari. Es curiosa su forma irregular e inclinada, lo cual la hace realmente única y está rodeada de hermosos edificios y palacios. Toda una belleza.

Ahora nos dirigimos hacia el anfiteatro, al otro lado de la ciudad. Y no solo nos costó llegar ya que estaba lejos, sino que después de pagar 7 euros por cabeza, comprobamos que del anfiteatro no quedaba casi nada. Eso  sí, tiene un espléndido museo, y lamenté que no me gustaran. Siempre me han aturdido, empachado, y ahora con los años en que me he hecho más selectiva porque no puedo asimilar tanta información, me gustan menos. Como estábamos, hicimos una rápida visita.

Me encontraba muy cansada y tenía la sensación de haber perdido un tiempo precioso y además, no encontraba mi maravilloso helado de queso. Iniciamos el regreso yendo de nuevo a la Casa Vasari.  

Y esta vez sí pudimos entrar. Fue la vivienda de este pintor, arquitecto y escultor, nacido en Arezzo en el siglo XVI quien compró el edificio y personalmente supervisó su renovación y decoración.

Todas las estancias de la vivienda tienen frescos en techos obras de Vasari y sus alumnos. De sus paredes cuelgan cuadros. Constituye un ejemplo raro de casa de artista del renacimiento tardío.  Para terminar la visita salimos a su jardín. Me resultó más que peculiar, ya que en realidad era una gigantesca terraza, con fuente, árboles, setos de boj que se elevaba 4 ó 5 metros sobre la propia calle. 


Y regresamos sobre las 18,30 a descansar. Pero si en algún momento pensamos en la posibilidad de pernoctar a medio camino de Siena, ahora decidimos quedarnos. El sitio es tranquilo y seremos una docena de autocaravanas, así que mañana partiremos pronto.

21 de septiembre, jueves.

Itinerario: Arezzo-Siena-Monteriggioni- San Gimignano

Pernocta: Aparcamiento de autocaravanas de San Gimignano. 43.4518, 11.0560

Llevamos casi 24 horas que no han sido muy buenas. Pero empecemos por la noche.

Al ir a bajar la cama, no baja. Mi peor pesadilla. Angel le dio al botón de reseteo y problema solucionado. Pero qué susto.

Por la mañana subió sin problemas, pero cuando intenté bajarla tampoco funcionó hasta que hicimos un nuevo reseteo. No comprendemos que puede pasar. Sube sin problemas pero no baja. La pieza metálica del tope inferior se ha ido desplazando hacia abajo así que por la tarde la hemos subido a ver si el problema podía venir de que la cama cuando la decimos que baje no lo hace porque cree que esta abajo. No comprendemos el motivo, pero si sube pero no baja, solo con el reseteo, algo de eso debe haber. A ver esta noche que pasa. No queremos andar tocando botones.

Por la noche ha estado lloviendo pero por la mañana, alrededor de las 8 u 8.30 ha dejado de llover y el cielo se ha abierto. La familia de enfrente, que esté en caravana, debe vivir allí, con al menos una niña y un bebé. Tenía ropa tendida que ayer lavó en un barreño. Y se me  encoge el alma. Qué injusto es el mundo para muchos, para los que no han tenido la suerte de nacer en un determinado sitio. Nosotros utilizamos nuestros vehículos para el ocio, y ellos como vivienda porque no tendrán otra cosa mejor. Me pregunto qué harán cuando el parquímetro esté operativo y tengan que pagarlo.  Quiero pensar que se les ofrecerá una solución.

Desayunamos y decidimos regresar al área que está a tan solo 900 metros para recargar el agua gastada y descargar.

Hecho esto, ponemos rumbo a Siena a donde llegamos una hora y media después. Serían las 10.30, pero, después de una hora yendo de aparcamiento en aparcamiento, metiéndonos por sitios de terror que piensas que en cualquier momento te puedes quedar atrapado por no caber, hemos llegado al área, que únicamente tiene capacidad para 10 autocaravanas y estaba más que completa, aparte de ser un sitio espantoso, rodeado de carreteras con mucho tráfico, pero para visitar la ciudad hubiera bastado.

Tan solo nos quedaba  regresar a un aparcamiento en el que ya estuvimos y que no nos pareció seguro, solos y muy alejado del centro, así que muy muy frustrados, decidimos abandonar Siena. Estuvimos cuando teníamos 27 o 28 años y tenemos vagos recuerdos de ella, de la plaza y algo más, pero muy tenues y ya no creo que volvamos por aquí para visitar solo una o dos ciudades. Ya habíamos dejado atrás Florencia. Nos da terror esta gran ciudad de mayor tamaño que ésta. Y a nuestras deserciones, sumamos Siena. Y en estos momentos leemos sobre Pisa y no nos gusta. Muchas menciones de robos. En fin muy frustrante, pero ya iremos decidiendo.

Así que hemos dejado Siena para visitar Monteriggioni. Fácil aparcamiento y ciudad, bueno más bien pueblecito pequeño.

Se encuentra en lo alto de una colina y está amurallado. Cuenta tan solo con 50 casas de piedra  y una plaza mayor pero en poco espacio concentra mucha belleza. Resulta muy armonioso y sencillo.

Su muralla circular siguiendo el contorno de la colina, tiene casi 600 m de largo y es del siglo XIII. Esta muralla tiene dos puertas conectadas por la calle principal que casi es una línea recta.  Si desapareciera la gente podríamos hacer perfectamente un viaje en el tiempo por esta pequeña ciudad.  Pero pudimos comprobar que es muy visitada ya que incluso hemos visto autobuses pequeños transportando turistas.

De aquí nos hemos dirigido a donde estamos ahora, a San Gimignano a un aparcamiento muy bien calificado (43.4518, 11.0560 ) a unos 2 km de la ciudad pero se puede ir andando o en una lanzadera que sale cada media hora.

Pero nos hemos decepcionado bastante. No es un aparcamiento, es más bien lo que yo llamo un “archivo de autocaravanas” que es cuando está ocupada con más de las que realmente caben, una pegada a la otra y sin ningún servicio. Tiene dos zonas. En la más alejada de la carretera, sí es posible que tenga capacidad para dos filas de autocaravanass enfrentadas, pero la superior….muy difícil y ajustado y más si se mide 7 metros. Y estaba casi completa. Tan solo quedaban cuatro espacios,  y es la única posibilidad en la zona, así es que nos hemos tenido que quedar.  Es un simple aparcamiento sin ningún servicio y lo que es más importante, sin sombra. Menos mal que la temperatura no es alta.

Nos hemos instalado en uno de los tres huecos que quedaban en la parte superior más cerca de la carretera. Hemos comido y a las 15,30 hemos decidido irnos a la ciudad pero al salir hemos visto vacío un espacio estupendo, en la parte inferior, quizás el segundo mejor, más tranquilo, no tan agobiante como donde estábamos y  donde salir mañana sería más facil, así que nos hemos cambiado.

Entre cambio, preparación y que la peluda se desahogara  nos han dado las 16,30. La lanzadera pasa a los puntos y medias y con el mismo ticket del aparcamiento se paga el bus. En la marquesina hay varias maquinitas en función del número de pasajeros, 1, 2, 3…y el precio, y hay que meter el ticket del aparcamiento en el número de pasajeros que se vaya a ir (en nuestro caso dos). Es la línea 1. Y mientras salíamos hemos visto como una autocaravana maniobrando para salir, ha golpeado levemente a otra con la bicicleta trasera. Afortunadamente no la ha hecho nada, pero si no se tiene cuidado es fácil rozarte.

San Gimignano combina perfectamente el paisaje típico toscano con la belleza de los pueblos medievales y es que se encuentra rodeado de hermosos países de vides y olivos

Mientras nos acerca el autobús podemos admirar esta ciudad en lo alto de la colina de la que sobresalen las enormes torres que la han hecho famosa. “La ciudad de las 100 torres”, de las que actualmente quedan 14.

En tan solo cinco minutos el autobús nos deja en la puerta de San Mateo, entrada en esta ciudad y ya nada más  traspasarla comenzamos a saborear la grandiosidad de ella que si no fuera por la cantidad de gente que recorre su arteria principal, podríamos decir que el tiempo se ha detenido aquí.

Aunque su origen es etrusco, como muchos de la toscana, se comenzó a desarrollar en el siglo X siendo su edad dorada en la Edad Media gracias al comercio del azafrán además de ser una parada en la Via Francigena.

Una hilera de doradas casas de piedras se alinean en lo que parece la calle principal. La armonía es completa, nada desentona. Pero lo que destacan son sus enormes torres que se yerguen hacia el cielo como queriendo tocarle.

Al parecer era signo de poder, a mayor altura, más poder aunque ninguna podía ser más alta que la Torre Rognosa, la del ayuntamiento. Hay varias y son impactantes.

Por esta calle desembocamos en la plaza de la cisterna, por su bonito pozo. Es amplia y elegante y está  completamente rodeada de torres medievales y numerosos palacios lo que le aporta una imagen de gran belleza. Es casi tan hermosa como la cercana Plaza de la Catedral.  Y es en esta plaza donde  vemos la famosa heladería Dóndol la mejor del mundo. La identificamos por la cola que hace la gente para saborear uno de ellos.

Continuamos a la cercana plaza del Duomo, también preciosa y no puedo decir cual de las dos lo es más, cual más elegante, cual más hermosa. 

Aquí encontramos varios palacios y la gran Torre del reloj con su más de 51 metros, altura que no podía superarse aunque la Torre del palacio del pueblo, sí que lo hizo. Y al parecer la catedral es un tesoro pero a estas horas está ya cerrada.

Se mire donde se mire hay palacios, casonas y las torres que desafiantes se yerguen en distintos puntos de las plazas y otras esquinas. Hay rincones realmente hermosos, pero si hay un calificativo para esta ciudad es la de monumental, impresionante.

Pero hay algo que desluce su belleza y son las riadas de turistas por todos los sitios, caminando, haciendo fotos, selfies, tomando algo en los distintos bares, comiendo….hay chinos y se oye de nuevo acento de países del este. Si me llegan a decir que la Toscana a 20 de septiembre iba a estar así no me lo hubiera creído. De hecho he tenido que preguntar a Angel si hoy era jueves. Me temo el fin de semana. De hecho,  he intentado reservar en dos agroturismos (equivalente a turismo rural en España) y una ya me ha dicho que estaba completa y de otra espero respuesta.

Y por supuesto nos hemos tomado un helado  en la heladería del que hemos disfrutado un montón. Delicioso.

Y regresamos. Y ahora, a 5 minutos de las 21 horas tengo que dejarlo  hasta mañana.

Retomo el relato a las 19 horas del viernes desde un agroturismo en Lucca. Un sitio encantador. Hasta ahora, el mejor del viaje. Pero para no perderme regreso al jueves aunque sólo tendría que añadir que al lado teníamos un campo de futbol y estuvieron entrenando hasta las 20,30, igual que los españoles, a gritos. Pero después reino la paz y pasamos una noche muy tranquila.

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